martes, marzo 20, 2007

Vivir en la Zona (continuacion)

3-Efecto de la comida sobre las hormonas

A la versión hormonal de la comunicación a larga distancia se la conoce como sistema endocrino.
La insulina después de salir del páncreas llega al hígado y a las células musculares para decirles que tomen glucosa del torrente sanguíneo y la almacenen. A medida que los niveles de insulina aumentan, los de glucosa en sangre disminuyen. Cuando la glucemia esta por debajo del nivel critico, el cerebro comienza a reclamar mas glucosa. Si no la consigue empieza a desafinar. Cuando se produce una hipoglucemia, que es lo que impide que el hígado reabastezca la glucosa simplemente tomándola de sus propios depósitos? Pues, la existencia de altos niveles de insulina. Una exagerada respuesta insulinica se obtiene con bebidas carbonatadas, almuerzo de pastas, zumos de manzanas e impiden que la sangre se reabastezca de glucosa para el cerebro. Los efectos de una hormona endocrina que actúa a larga distancia son muy poderosos. En la respuesta paracrina, la hormona recorre un camino muy corto, usan el sistema paracrino. También están los sistemas autocrinos. Aquí las células producen hormonas que afectan a ellas mismas. Aquí las hormonas actúan brevemente y es difícil estudiarlas porque no están en el torrente sanguíneo, tienden a ser mas poderosas y operan en concentraciones mucho mas bajas.
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Raramente las hormonas actúan solas, en realidad están acompañadas por otra de efecto poderoso y totalmente opuesto formando un eje hormonal para llevar a un equilibrio.
En la resistencia a la insulina, esta está en altos niveles pero los de azúcar en sangre también porque las células no responden a la hormona. Esto provoca acumulación en exceso de grasa, puede ser causa de diabetes y puede acelerar la aparición de enfermedades cardiacas.
Se ha comprobado que lo que se come tiene un efecto poderoso en todas estas respuestas hormonales: endocrina, paracrina y autocrina. Todas las dietas convencionales para bajar de peso son hormonalmente incorrectas. Aprender la forma de controlar las respuestas hormonales a lo que se come es el pasaporte para entrar y permanecer en la Zona. La comida es un sistema de control de hormonas. El código hormonal correcto para entrar a la zona y hechar mano a la energía casi ilimitada en forma de grasa y no al combustible de bajo octanaje como lo son los carbohidratos almacenados, se oculta en el eje insulina-glucagon.
Entonces la insulina es una hormona cerrojo mientras que el glucagon es de movilización, libera del hígado los hid de carbono almacenados para volcarlos al torrente sanguíneo y mantener equilibrados los niveles de glucosa. Los carbohidratos estimulan la liberación de insulina, las proteínas estimulan la liberación de glucagon.
Por lo tanto una comida rica en hid de carbono causa una superproducción de insulina que reducirá los niveles de glucosa sanguínea privando al cerebro de combustible e impidiendo la normalización por el azúcar proveniente del hígado. A medida que bajan los niveles de glucosa, el cerebro desafina. Entre 3-4 horas posteriores a esa comida rica en hidratos de carbono el cerebro anda desesperado por energía por mas que los depósitos hepáticos estén llenos a reventar. Este deposito no puede vaciarse hacia el torrente sanguíneo porque la comida rica en carbohidratos elevo la insulina e hizo bajar los niveles de glucagon y como estos niveles de glucagon se mantienen bajos no se puede elevar el nivel de glucosa a partir de la reserva propia hepática. Desesperadamente el cerebro insiste en que esa bolsa de pochoclos parece deliciosa y por mas que comiéndola estamos dando una fuente inmediata de carbohidratos al cerebro, esto simplemente esta reiniciando el circulo vicioso de elevación de insulina disminución de glucagon. Este es el infierno de hidratos de carbono que es la fuente de la avidez por carbohidratos que nos hace ser golosos y entrar en el ciclo constante de hambre recurrente cada dos o tres horas que suele acompañarla. Los depósitos de glucógeno en el hígado y músculos están llenos y seguimos comiendo carbohidratos. ¿Dónde va el exceso? Este se convierte en grasa y para ella el cuerpo siempre puede encontrar algún deposito.
Pero, no todo el mundo tiene una respuesta hormonal tan negativa ante las dietas altas en hidratos de carbono. Todo depende de los genes. Aproximadamente el 25% puede comer hid de carbono hasta que las ranas críen pelos y nunca engordan ya que sus niveles de insulina jamas se elevan rápidamente. Otro 25% tiene una respuesta exagerada de liberación de insulina ante la comida rica en carbohidratos. El restante 50% y reaccionan normalmente ante los hid de carbono.
Recordar: tomar comidas no muy abundantes con la proporción correcta entre proteínas e hidratos de carbono. Si la insulina y el glucagon son el portal de acceso a la Zona, los eicosanoides son la Zona.
Fuente: libro Vivir en la zona.

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